Carta de Aquinas Ried
Dublin Core
Título
Carta de Aquinas Ried
Materia
Carta
Descripción
Carta de Aquinas Ried para Isidora Zegers
Para Doña Isidora Zegers de Huneeus /
Amiga y Señora de todo mi aprecio /
Qué pensará usted: ¿qué dirá usted de mí? De /
mi ingratitud – de mi falta de política en haber salido de /
Santiago sin haber pasado a verla -¡En fin usted nos conoce /
los hombres somos unos egoístas incurables, que en materia /
de negocios no pensamos en otra cosa que en este /
materialismo tan prosaico. Así me fue a mí. Tuve que /
hacer muchísimo – tuve muchos disgustos – estaba tan /
aburrido de aquello que salí de allá a las 2 de la /
mañana, lloviendo, después de haber trajinado hasta las /
onze y media de la noche. El otro día cuando usted me hacía /
el favor de escribirme estaba esperando que me devolviese /
el copista la [Grera] para haberle escrito con esta oportunidad /
pero cuando me la pidió un caballero para mandársela/
dicho copista no tenía hecho sino una página. Siento en /
el alma se haya tenido que molestar tanto usted por motivo /
de mi descuido, y espero que se me perdonará mi falta –visto /
que no ha sido voluntaria. Mi cuñado que no conocía la /
Clemencia de Tito se ha quedado enamorado de ellas. /
Nuestra sociedad dará un concierto en la primera semana /
del año –y en dos meses daremos otro – espero que /
entre los dos conciertos tengamos el gusto de ver a nuestra /
Doña Isidora por acá. En cuanto al reglamento de la /
Sociedad – no parece que les sería enteramente inútil/
lo que se necesita para reuniones de esta clase, no son /
reglamentos sino entusiasmo, y un centro, un resorte /
que comunique su impulso a la máquina. No teniendo /
estos dos elementos, ninguna sociedad podría escribir como /
tal. Usted hará mucho, pero faltará la fibra masculina – faltará /
el respeto que esta clase de gente involuntariamente presta /
al hombre, y que para una mujer será casi imposible que /
les arranque el respeto debido. El error de Santiago, y de /
los santiaguinos en general es que pierden su tiempo/
en arreglos, y leyes, y ordenanzas – sin llegar nunca a /
ponerlos en obra. Nosotros hemos trabajado aquí sin /
reglamento por más de seis meses – y desde entonces tenemos /
un reglamento sin duda, pero es una mera forma /
no más. Como digo, mi señorita, el entusiasmo /
y la buena voluntad son los verdaderos reglamentos – sin
esto no se hace nada, y con ello se hace todo. /
Espero tener el placer de ver a usted por acá pronto /
y por largo tiempo, para que tenga el placer usted de sentir /
nuestro progreso, y nosotros el gusto de presentarnos /
a una persona que sepa apreciar la música. /
Con mil memorias de casa quedo/
su afectísimo y sincero amigo/
G.B.S.M./
Aquinas Ried/
11 diciembre de 52/
Para Doña Isidora Zegers de Huneeus /
Amiga y Señora de todo mi aprecio /
Qué pensará usted: ¿qué dirá usted de mí? De /
mi ingratitud – de mi falta de política en haber salido de /
Santiago sin haber pasado a verla -¡En fin usted nos conoce /
los hombres somos unos egoístas incurables, que en materia /
de negocios no pensamos en otra cosa que en este /
materialismo tan prosaico. Así me fue a mí. Tuve que /
hacer muchísimo – tuve muchos disgustos – estaba tan /
aburrido de aquello que salí de allá a las 2 de la /
mañana, lloviendo, después de haber trajinado hasta las /
onze y media de la noche. El otro día cuando usted me hacía /
el favor de escribirme estaba esperando que me devolviese /
el copista la [Grera] para haberle escrito con esta oportunidad /
pero cuando me la pidió un caballero para mandársela/
dicho copista no tenía hecho sino una página. Siento en /
el alma se haya tenido que molestar tanto usted por motivo /
de mi descuido, y espero que se me perdonará mi falta –visto /
que no ha sido voluntaria. Mi cuñado que no conocía la /
Clemencia de Tito se ha quedado enamorado de ellas. /
Nuestra sociedad dará un concierto en la primera semana /
del año –y en dos meses daremos otro – espero que /
entre los dos conciertos tengamos el gusto de ver a nuestra /
Doña Isidora por acá. En cuanto al reglamento de la /
Sociedad – no parece que les sería enteramente inútil/
lo que se necesita para reuniones de esta clase, no son /
reglamentos sino entusiasmo, y un centro, un resorte /
que comunique su impulso a la máquina. No teniendo /
estos dos elementos, ninguna sociedad podría escribir como /
tal. Usted hará mucho, pero faltará la fibra masculina – faltará /
el respeto que esta clase de gente involuntariamente presta /
al hombre, y que para una mujer será casi imposible que /
les arranque el respeto debido. El error de Santiago, y de /
los santiaguinos en general es que pierden su tiempo/
en arreglos, y leyes, y ordenanzas – sin llegar nunca a /
ponerlos en obra. Nosotros hemos trabajado aquí sin /
reglamento por más de seis meses – y desde entonces tenemos /
un reglamento sin duda, pero es una mera forma /
no más. Como digo, mi señorita, el entusiasmo /
y la buena voluntad son los verdaderos reglamentos – sin
esto no se hace nada, y con ello se hace todo. /
Espero tener el placer de ver a usted por acá pronto /
y por largo tiempo, para que tenga el placer usted de sentir /
nuestro progreso, y nosotros el gusto de presentarnos /
a una persona que sepa apreciar la música. /
Con mil memorias de casa quedo/
su afectísimo y sincero amigo/
G.B.S.M./
Aquinas Ried/
11 diciembre de 52/
Autor
Aquinas Ried
Fuente
Fecha
11 de December de 1852
Derechos
El Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile es el custodio de este documento.
Formato
Carta en tres planas
Idioma
Español
Tipo
Letter
Identificador
IZ_122
Cobertura
Valparaíso
Colección
Citación
Aquinas Ried, “Carta de Aquinas Ried,” El Álbum de Isidora Zegers, consulta 29 de abril de 2024, https://elalbumdeisidora.omeka.net/items/show/122.